PVA comparte «Bad Dad», tercer adelanto de su álbum debut BLUSH

El trío londinense nominado al GRAMMY PVA regresa con el sencillo «Bad Dad». El sencillo llega tras el anuncio de su anticipado álbum debut, BLUSH, que se lanzará el 14 de octubre a través de Ninja Tune.

El impresionante álbum debut de la banda, que llega en los talones de su EP de 2020 Toner, los ve consolidando aún más el pulso de la música electrónica con la energía cruda de un concierto y revela más sobre el trío de lo que jamás habían compartido. Las once deslumbrantes canciones del grupo formado por Ella Harris y Josh Baxter (que comparten la voz principal y el manejo de sintetizadores, guitarras y producción) junto con el baterista y percusionista Louis Satchell, están hechas a partir de una fórmula de ácido, disco, sintetizadores, la liberación en la pista de baile y un catártico post-punk sprechgesang.

El nuevo sencillo de PVA, «Bad Dad», continúa mostrando a la banda intercalar cada vez más la relación entre la música dance alternativa y temáticas profundamente personales. En la pista, la banda combina una percusión enérgica y precisa con un bajo oscuro y oblicuo, transformándose en melodías de sintetizador cristalinas alrededor del hook: “I’m a beast, I’m a beast of a man”. Hablando sobre los temas del sencillo, Harris dice: «‘Bad Dad’ explora el mundo interno de un nuevo padre que piensa en su hijo por las noches, temeroso del linaje de la masculinidad y cómo podría afectar a alguien tan inmaculado».

PVA comenzó cuando Harris y Baxter comenzaron a hacer juntos lo que llamaron «country-friend techno» en 2018. Su primer concierto, en un pub, ocurrió solo dos semanas después de conocerse. El evento fue organizado por Harris y contó con pintura, escultura y fotografía en el piso de arriba, y bandas en la planta baja. Ella eligió a PVA para encabezar el cartel. Una de sus primeras canciones, «Divine Intervention», nació de Harris dictando sus sueños a su nuevo compañero de banda.

Después de esta primera etapa, reclutaron a Satchell para traer una nueva dimensión a sus shows en vivo. Estos conciertos más fuertes ayudaron a PVA a establecer una reputación de culto en Londres, particularmente porque apenas tenían música publicada. Ver el show en vivo era la única opción. Se establecieron como participantes clave en la ferviente escena indie del sur de Londres junto a Squid, black midi y Black Country, New Road. Esto luego llevó a espacios en SXSW, Pitchfork Music Festival y Green Man, así como giras nacionales con Shame, Dry Cleaning y Goat Girl. Sin embargo, incluso en sus primeras iteraciones, su existencia más allá de los límites de una configuración de banda tradicional era clara. No era inusual verlos dos veces en una noche, primero en The Windmill en Brixton, y después en el Bunker de Deptford, donde tocaron en su primer concierto como headliners y hacían DJ sets con frecuencia.

El grupo lanzó su sencillo debut «Divine Intervention» a través de Speedy Wunderground a fines de 2019, con el EP debut Toner un año después a través de Ninja Tune (hogar de actos igualmente iconoclastas como Young Fathers, Black Country, New Road, Bicep, Floating Points y más). El EP, producido por Dan Carey (black midi, Bat For Lashes, Fontaines D.C.), vio al trío ganar aplausos en una amplia gama de prensa y radio, incluidas menciones en múltiples listas de fin de año como: NME 100, DIY’s Class of 2021, Dork’s 2021 Hype List y Fred Perry’s One’s To Watch 2021, así como The Guardian, NME, The Times, Evening Standard, The Telegraph, Clash, DIY, The Quietus, Dazed y Dork, que dio al EP una reseña de 5*.

El EP también contó con un remix de «Talks» de Mura Masa que obtuvo una nominación al GRAMMY en la categoría de Best Remixed Recording en la ceremonia de 2022, además de tener más remixes de la canción de Gilla Band, Lynks y miembros de black midi y Squid, mientras que los propios PVA remezclaron temas de sus amigos Goat Girl y Shame.

En su álbum debut, PVA transmite la misma energía del circuito en vivo, al mismo tiempo que construye un mundo holístico texturado y lleno de corazón. BLUSH es rico en ritmos industriales con un fuerte punch, un espíritu punk irregular y momentos de contemplación silenciosa gracias a las poéticas letras de Harris. Avanza incansablemente en todo momento, uniendo influencias como Portishead, PC Music, Laurie Anderson y el dúo de culto rave-pop The Pom-Poms con facilidad.

Queríamos sorprender a la gente y hacer algo más que transmitir cómo sonamos en un concierto”, explica el baterista, Satchell. “Es un disco bastante ansioso que a veces se relaciona con problemas de salud mental y carga con la ansiedad de hacer un álbum. Ha sido un camino difícil, pero siempre nos levantamos”.

Este es el sonido de un grupo que supera las expectativas y presenta un álbum que abre un nuevo mundo de posibilidades. Desafiar la categorización puede ser instintivo para PVA, pero BLUSH hace que otros elementos del mundo de la banda sean más claros que nunca. Durante los últimos dos años, Harris ha trabajado en material en solitario como lime zoda y ha escrito dos colecciones de poesía, muchas de las cuales utilizó como base para las letras de BLUSH.

La primer canción del álbum, «Untethered», es un momento de celebración que nace de lograr ese mismo tipo de liberación. Hay una energía frenética en la canción que hace que permanecer estático se vuelva imposible, mientras que su temática de transición, alegría y reformulación de situaciones negativas continúa a lo largo de BLUSH. Harris tuvo mucha terapia durante la cuarentena y encontró paz con muchas situaciones en su vida. “Simplemente me siento más feliz conmigo misma y eso también fue muy importante para las canciones”, dice.

Esto es algo que Baxter también comparte. «Vicarimente, a través de Harris, también puedo expresar mi lado queer». Dirige las voces tanto en «Bunker» como en la filosa «The Individual», canciones que tratan sobre la identidad y los personajes que vemos dentro de nosotros mismos. “Este álbum definitivamente explora quiénes somos como personas”, dice Baxter. “Todos hemos tenido este crecimiento personal y el álbum se trata de permitirnos ser más nosotros mismos y sentirnos cómodos con eso”.

El arte de BLUSH también refleja los temas explorados en el álbum, los conceptos de liberación y espacios liminales, varios personajes y su relación con el género y la sexualidad, y el desmoronarse para dejar que entre el amor. Fuertemente inspirado en la ciencia ficción y la alta moda, Harris dice que la estética del álbum es «una de simplicidad, colores llamativos (rosas / azules) y una relación con el cuerpo y las formas que crea el cuerpo (estirándose / bailando / doblando / colapsando). La modelo está atrapada entre la claridad y la oscuridad. queriendo ambos y en conflicto, empujados por fuerzas externas en ambas direcciones”.

BLUSH se escribió durante varios confinamientos, un tiempo de prueba para una banda acostumbrada a encontrar los límites de su sonido arriba del escenario. Sin embargo, la adversidad, claramente, no supera a PVA. En todo caso, sienten que cierta distancia forzada fortaleció su composición. Harris escribió poemas y aprendió a producir música, Baxter trabajó con otros artistas como productor y Satchell continuó su curso de música en la universidad, estudiando antiguos polirritmos africanos, entre otras técnicas. “Nos separamos con lo que estábamos haciendo y tuvimos que volver a estar juntos”, explica Harris. “Podríamos haber apurado el álbum, pero estoy muy feliz de que nos hayamos tomado nuestro tiempo. Se siente mucho más nuestro”.

El álbum fue producido por la banda junto con sus amigos Ben Romans-Hopcraft y Jamie Neville durante un período de dos semanas en el estudio casero de Neville en el sur de Londres. Luego mezclaron el disco en FOLD, un antro escondido en una finca comercial en Canning Town. Un lugar íntimo, otro industrial; este es el mundo de PVA.

Crear un mundo en el que estas canciones pudieran existir, no como entidades dispares sino cohesivas y conectadas, fue clave para PVA. Con el tiempo, las canciones han cambiado y crecido, dando como resultado un disco que es a la vez gigantesco y profundamente personal; construido específicamente para rebotar en las paredes de cualquier lugar importante pero cosido con suficiente personalidad e individualidad para hacer que se sienta alcanzable. “El álbum cobró vida propia”, afirma Harris. “Realmente se convirtió en algo que no esperábamos”. Habiéndose propuesto sorprender a la gente, terminaron sorprendiéndose a sí mismos. El resultado, por imprevisto que sea, no es nada menos que revelador.

 

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