Chicago blues: origen y desarrollo
El blues fue creado, principalmente, por los afroamericanos del sur (Luisiana y Misisipi) a finales del siglo XIX. Pero, hay historiadores que remontan su origen hasta los esclavos del África Occidental que entraron por Luisiana.
Para no perdernos y tardarnos en esta discusión histórica, creemos que la respuesta más sensata a la pregunta del origen del blues fue la del músico Son House: él pensaba que el blues comenzó en los campos de algodón, con el grito que expresaban lo más profundo del sentimiento afroamericano; todo esto, incluso, antes de la estructuración formal de su lenguaje.
Esto quiere decir, de acuerdo con la visión de Son House, que todo blues comienza por el canto que quiere transmitir la situación vital en la que se encuentra el ser humano. En su caso, era una etapa complicada por las condiciones de vida en la que los afroamericanos vivían (opresión, racismo y segregación).
La expresión artística del blues proviene de una región y contexto histórico especifico en Estados Unidos; pero que, simultáneamente, ha tenido una gran influencia en toda la música actual. Los niveles de influencia del blues, a pesar de ser música del country (rancho), han sido descomunales.
Casi toda la música contemporánea popular occidental tiene, en definitiva, influencias teóricas del blues. Por ejemplo, las bases teóricas de 12 compases del rocknroll (Little Richard, Chuck Berry, Bo Diddley) provienen estrictamente de la estructura y progresión bluesera.
Estas mismas bases teóricas son las que, años después, formaran al rock de los 60’s (The Cream, The Rolling Stones, The Beatles). Consecuentemente, sin el rock de los 60’s no tendríamos absolutamente nada del rock contemporáneo en inglés (Arctic Monkeys, The Strokes, Interpol, Kasabian, etc.)
Del Delta a Chicago
El punto cumbre del blues, en cuanto a popularidad, se produce en el Chicago Blues. Ya que, incluso, este género no estaba tan popularizado antes de las producciones de Chicago. De hecho, todas las piezas clásicas del Delta Blues (Robert Johnson, Lead Belly, Son House) fueron popularizadas cuando el blues llegó a Chicago.
¿Y cómo es que llega el Delta Blues a Chicago? Bueno, pues, todo comienza con la migración de los afroamericanos sureños hacia Chicago.
Este fenómeno se produce por el escaso empleo en los estados del sur (Misisipi y Luisiana) y porque las leyes Jim Crow (leyes que permitían la segregación racial) no eran tan estrictas con los afroamericanos en el norte de Estados Unidos.
Esta migración se produce a partir de los años 20. En efecto, los músicos del Delta, como Robert Johnson, emigraron del sur a Chicago para mostrar y tocar su música en una de las ciudades más importantes de aquel tiempo; ejemplo claro, la referencia de su composición Sweet home Chicago.
Es decir, Chicago se convertía en uno de los centros urbanos del arte afroamericano para exponerse mundialmente. No es poca cosa. Estamos hablando que el arte del Delta se estaba popularizando a niveles macros.
Muddy Waters
Propiamente, el Chicago Blues nace con la genialidad de McKinley “Muddy Waters” Morganfield de amplificar el blues. Sí, de amplificar el sonido de la guitarra sureña; es decir, el blues del country (acústico) será transformado en un blues eléctrico y con una banda completa de músicos. Todo gracias a Muddy Waters.
Detengámonos un poco aquí. Hay un personaje histórico que no debemos olvidar para comprender el contexto del Chicago Blues, este fue: Alan Lomax. Lomax fue un musicólogo de Austin que dedicó toda su vida a recorrer el sur de Estados Unidos para registrar la música folclórica sureña. Lomax estaba obsesionado con grabar el folclore afroamericano, llevarlo al norte y, así, que todo el país conociera las raíces musicales del jazz.
Lomax fue el primero que grabó al joven Muddy Waters, de 29 años, en Misisipi. Gracias a Lomax y su tape recorder pudieron conocer la música de Waters en el resto del país por primera vez. Sin duda, Alan Lomax ha sido un personaje inolvidable en la historia del Chicago Blues.
Primero, lo que hizo Muddy Waters fue grabar las composiciones de blues ya conocidas en el sur (Delta blues); solo que esta vez sonarían eléctricas y acompañadas de una banda completa de blues (piano, segunda guitarra, harmónica, batería). Simultáneamente, Muddy comenzaría con composiciones originales y que serían, años después, reconocidas por el Rock sesentero.
Este musico no solo sorprendió al mundo con su música; Waters fue reconocido, igual, por haber introducido a una ola de músicos sureños y prolijos artísticamente: Willie Dixon, Howlin’ Wolf, Little Walter, Buddy Guy, Otis Spann, entre otros.
Todos estos grabaron álbumes con el sello discográfico más reconocido del Chicago Blues: Chess Records. Esta disquera había sido fundada por dos inmigrantes polacos (Phil y Leonard Chess). En estos estudios se grabaron obras maestras como el Folk Singer (1964) de Muddy Waters, Moanin’ in the Moonlight (1959) de Howlin’ Wolff, el Best of Little Walter (1958) de Little Walter o, también, el After School Session (1957) de Chuck Berry.
Howlin Wolf
De la genialidad de Muddy ya hablamos un poco. Pero, necesariamente tenemos que hablar de otro genio del Chicago Blues: Howlin’ Wolf.
Anecdótico es que, en realidad, su nombre real no era Howlin’ Wolf; este apodo vino a raíz de su estilo de cantar: simulación de un lobo aullando. Blues, al fin.
No debería existir este pequeño artículo sobre el Chicago Blues sin mencionar al enorme compositor de dos metros de altura.
Este musico compuso grandes obras maestras como fue su Moanin’ in the Moonlight, el cual contiene piezas como Smokestack Lightnin o Evil; piezas exquisitas que te aturden de placer con esa voz privilegiada.
Little Walter
Otro genio del que tenemos que hablar brevemente es Little Walter. Este genio comenzó su trabajo siendo guitarrista, pero su virtuosidad estaba al tocar su harmónica que lo llevó a la fama.
Little Walter creó una técnica para amplificar su harmónica y no ser opacada por las guitarras eléctricas. Walter conectada un micrófono a un amplificador de guitarra y el micro lo ponía entre sus manos para poder simular un sonido de guitarra eléctrica en su harmónica.
De esta forma, Walter era buscado por todas las bandas de blues; ya que su técnica fue innovadora y a partir de él, todos los otros músicos la comenzaron a utilizar. Obvio, nadie con su virtuosidad y ferocidad.
Willie Dixon
Willie Dixon fue uno de los compositores y letristas más importantes del Chicago Blues. Considerado el máximo poeta del blues.
En casi todas las producciones de Chess Records, Dixon fue el arreglista y bajista en albumes de Muddy Waters, Little Walter, Howlin’ Wolf, y otros más.
Dixon fue un bajista excepcional y exquisito en la ejecución del walking bass. Sin embargo, no fue su ejecución del bajo lo que lo hizo realmente un genio del blues; Dixon fue un emblema del blues por haber compuesto los clásicos de Chess Records: «Hoochie Coochie Man», “I Just Want to Make Love For You«, «Back Door Man», «Spoonful«, «My Babe», etc.
Dixon pensaba que para que se produjera música de calidad, nos tocaba cuidar y siempre reconocer las raíces de la música popular norteamericana. Es decir, si nosotros cuidábamos el blues, los frutos (otros géneros) iban a ser de mejor nivel en cuanto a su contenido.
Sin duda, un genio que fue clave para el auge del Chicago Blues.
Y el blues sigue vivo
Esta prolija producción de álbumes blueseros fue expuesta a nivel nacional de una forma exponencial. Tal grado que, en la década de los 50’s, tanto los blancos como los negros fueron mezclados socialmente por el arte afroamericano. Chicago se convertía, pues, en el centro urbano más importante de la vanguardia musical.
Como ya mencionamos, estos artistas no solo dieron pie al RocknRoll y al Rock sesentero. También, este blues fue importante para la creación del funk en los 70’s y disco en los 80’s. Es decir, su nivel de influencia no tuvo limitantes. Estamos hablando de una de las corrientes musicales más importantes de la historia del arte humano.
Tal es la importancia del Chicago Blues en la música que se sigue celebrando cada año por el festival de blues más importante del mundo: El Chicago Blues Festival. Mas de 500,000 personas asisten al Grant Park, cada junio, para apreciar la belleza del arte bluesero.