Desde Perú, Fantasías Animadas nos sorprende con ‘Elevador’
El músico peruano Alejandro Wangeman, se complace en anunciar el lanzamiento de su último sencillo, «Elevador», bajo su proyecto artístico conocido como Fantasías Animadas. Con un profundo enfoque en la producción, composición y ejecución musical, Alejandro Wangeman ha creado una pieza de rock poderosa que refleja su viaje personal y artístico.
‘Elevador’, que será parte del álbum homónimo programado para su lanzamiento a principios de 2024, se presenta como una canción introspectiva y enérgica. La canción es un viaje a través de verdades y mentiras, razones y emociones, vocaciones y traiciones, luces y sombras, capturando la dualidad de la vida y las experiencias del autor.
La inspiración detrás de «Elevador» se encuentra en una relación intensa a distancia que Alejandro Wangeman experimentó en 2017, cuando tenía 28 años. Esta experiencia marcó profundamente la temática de la canción, que retrata un sube y baja de emociones a veces contradictorias. Además, la canción reflexiona sobre las relaciones intergeneracionales, el amor/odio por Lima, y la lucha entre la vocación y el deber (al mismo tiempo que critica el sistema que a menudo presenta ambas como irreconciliables).
La influencia musical en «Elevador» es palpable, con fuertes reminiscencias del rock argentino de artistas como Charly García, especialmente sus primeros discos solistas, caracterizados por su estilo vocal directo y el uso de baterías electrónicas. La canción también se destaca por su guitarra enérgica y expresiva, que recuerda a guitarristas icónicos como Jimmy Page y Marc Ford.
Fantasías Animadas no ha escatimado esfuerzos en la creación de «Elevador». Desde su composición en 2017 hasta su masterización en 2022, la canción ha pasado por numerosos demos, versiones acústicas, pruebas de instrumentos y regrabaciones de voces y baterías, así como una cuidadosa edición.
El sencillo cuenta con la colaboración de talentosos músicos y profesionales, incluyendo a Juan Pablo Egúzquisa en el bajo, la grabación de algunas guitarras en el estudio de Fernando Vidal, y la mezcla y masterización realizada por el amigo de toda la vida de Alejandro, Jorge Barnadas, quien también añadió un teclado de fondo. Las impresionantes imágenes que acompañan a la canción fueron capturadas por Gely Balcázar en el parque de la estación del norte de Barcelona, un lugar que evoca recuerdos del máster en composición musical para bandas sonoras de la ESMUC, donde estudia Alejandro. La postproducción y los efectos visuales extraordinarios de la fotografía estuvieron a cargo de Katherine Goicochea.